Internet de las cosas: definición, origen y futuro

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El Internet de las cosas (IoT) se ha convertido en una realidad totalmente integrada en nuestra vida cotidiana, ya sea en el trabajo o en casa. Está literalmente en todas partes. Nuestros hogares y oficinas están equipados con dispositivos inteligentes, en nuestro tiempo libre medimos nuestro rendimiento con dispositivos deportivos inteligentes y sabemos que nuestros hijos están seguros gracias a las pulseras de seguimiento IoT. Por ello, en este primer artículo dedicado a Internet de las Cosas, aprenderás qué es exactamente el IoT, cómo funciona y por qué es tan importante para el futuro de las empresas.

¿Qué es Internet de las cosas?

El Internet de las cosas está presente de tantas maneras y en tantos casos de uso que la mayoría de las veces ya casi ni nos damos cuenta. Hace poco preguntábamos a nuestros compañeros de mimacom cuál es su dispositivo IoT favorito y nos llegaron muchas respuestas y fotos, lo que demuestra que el IoT ya forma parte totalmente de nuestras vidas: desde los robots aspiradores hasta el sistema de seguimiento de la ubicación de Apple AirTag, pasando por las pulseras inteligentes de fitness. ¡Y estamos solo dando ejemplos de nuestra vida privada! A pesar de esta gran variedad de casos de uso, el IoT se basa en unos principios generales y modos de funcionamiento que se aplican de igual forma a todos los ejemplos.

los 3 puntos más importantes sobre IoT

Como primera aproximación al concepto de IoT, estos son los 3 puntos más importantes que debes saber:

  • El Internet de las cosas es una red de cosas físicas interconectadas y equipadas con sensores, activadores, software y otras tecnologías.

  • Esas cosas son, en concreto, dispositivos de procesamiento de datos, máquinas digitales, objetos, animales o incluso personas que están provistos de identificadores únicos (UID).

  • Por medio de sensores, pueden transmitir datos a través de una red. Esta transmisión se realiza sin necesidad de ninguna interacción humana entre estos objetos y un sistema informático. Esto significa, por ejemplo, que una persona no tiene que introducir su ubicación en el ordenador, sino que esta se determina automáticamente y la información se transmite y se muestra en la pantalla del ordenador. Los activadores, en cambio, pueden influir en la cosa y así desencadenar una acción.

Examples for IoT

🚗 Un coche - que te recuerda que hay que cambiar el aceite

🏃‍ Una pulsera fitness - que mide el pulso y cuenta tus pasos.

❤ Un implante de monitor cardíaco - que muestra las funciones del corazón de una persona.

🛠 Una máquina - que informa de que hay que sustituir en ella una pieza defectuosa.

Es decir, cualquier objeto que sea capaz de transmitir datos a través de una red puede ser utilizado como una cosa en IoT.


The two types of IoT data

Internet de las cosas funciona introduciendo los datos de los objetos en una red para que estos puedan ser utilizados en otro sitio. Para que este proceso funcione correctamente en cualquier situación se utilizan diferentes tipos de datos que, en consecuencia, también resultan particularmente útiles en las diferentes situaciones.

  1. Datos de estado: Los datos de estado son los llamados datos brutos o los valores de los sensores individuales que transmiten el estado de un dispositivo o sistema. Se utilizan, por ejemplo, en la industria de maquinaria. Entre otras cosas, pueden indicar si un dispositivo necesita ser revisado, cargado, sustituido o rellenado.

  2. Datos de localización: Los datos de localización proporcionan información sobre la ubicación geográfica de un dispositivo o sistema. Suelen utilizarse en logística y la industria y pueden indicar, por ejemplo, dónde se encuentra una maquina concreta.

Pero ¿cómo sabe una lámpara que está oscuro, cómo reconoce una impresora un cartucho vacío y qué necesita una motosierra para indicar su ubicación?

How the IoT works

La tecnología IoT funciona con sensores, activadores, software y hardware de comunicación integrados. Este set up permite que los datos procedentes del entorno sean

  1. registrados

  2. enviados

  3. y procesados.

A continuación, los dispositivos IoT se conectan a un gateway o plataforma IoT para transmitir los datos recogidos previamente. Los datos también suelen enviarse a la nube para su almacenamiento y análisis.

Esto significa que antes de que una pulsera de fitness muestre en la pantalla lo activos que hemos sido hoy, envía los datos de nuestras sesiones de running y entrenamientos a la nube. Allí, los datos se procesan y se ponen en contexto con nuestra información personal. Esa información termina finalmente en nuestra muñeca: procesada de forma clara en estadísticas, números o diagramas.

De este modo, los dispositivos hacen la mayor parte de su trabajo sin intervención humana y de forma totalmente automatizada, aunque podamos interactuar con ellos en cualquier momento, por ejemplo, para configurarlos, ajustar los datos o acceder a la información.

¿Cómo se ha desarrollado esta interacción entre la tecnología, internet y esa cosa? Echemos un vistazo rápido a la génesis del Internet de las cosas y descubramos quiénes fueron los primeros en convertir esa ingeniosa idea de la teoría a la práctica hace más de 30 años.

La historia del IoT

Existen diferentes versiones sobre cuál fue realmente el primer dispositivo IoT del mundo. Entre los primeros ejemplos se habla de una máquina de Coca-Cola y de una tostadora.

A principios de la década de 1980, un grupo de estudiantes creó una máquina expendedora de Coca-Cola que informaba del estado de su contenido a través de una red interna mediante microinterruptores incorporados. Eso fue incluso antes de la invención de la «World Wide Web». El primer dispositivo que se conectó realmente a Internet fue una tostadora en 1990: el ingeniero de software John Romkey consiguió encenderla con la ayuda de un ordenador.

De un modo u otro, esto sentó las bases del Internet de las cosas. El término «Internet of Things» surgiría casi una década después, pero esa tostadora fue el anticipo de lo que estaba por venir.

Evolución y desarrollo de IoT a lo largo de los años

Fuente >>

  • 1999: Kevin Ashton acuña el término «Internet de las cosas» para describir los ojos y los oídos de un ordenador.

  • 2000: La empresa LG presenta su primer frigorífico conectado en red (¡al precio de 20.000 dólares!).

  • 2008: Se celebra en Zúrich la primera conferencia mundial sobre IoT.

  • 2013: El Diccionario Oxford incorpora el término «Internet of Things».

  • 2014: Amazon presenta el altavoz Echo junto con el asistente de voz Alexa, una nueva forma de controlar el hogar inteligente.

  • 2020: El número de dispositivos conectados a Internet supera los 20.000 millones, según algunas estimaciones.

Usos de IoT para las empresas

Ya he mencionado algunos ejemplos de nuestra vida cotidiana en los que se utiliza el Internet de las cosas. En las empresas, la tecnología IoT suele utilizarse en casos que se automatizan por motivos de eficiencia, lo que al final resulta atractivo tanto desde la perspectiva de la empresa como desde la del cliente.

Para ilustrar esto, vamos a dividirlo en 2 categorías:

1. IoT como beneficio para la empresa

En el sector industrial, por ejemplo, con el que he trabajado habitualmente, hay muchas empresas que quieren crear una línea de producción más eficiente y trabajar más eficazmente utilizando IoT. Mejoran su eficiencia gracias a Internet de las cosas, por ejemplo, reduciendo el tiempo de inactividad o aprovechando mejor las materias primas. Son más eficaces gracias a un control de calidad mejor o automatizado. Lo mismo ocurre en otros sectores con casos de uso específicos de cada uno.

2. IoT como beneficio para el cliente

Me parece muy emocionante el hecho de que los clientes de nuestros clientes también se beneficien enormemente de la tecnología IoT. Supongamos que una empresa industrial que fabrica máquinas quiere utilizar el Internet de las cosas para los productos que luego utilizan los clientes. En lugar de vender las máquinas, la empresa introduce una tarifa de uso que permite a los clientes llevarse las máquinas a casa y devolverlas tras su uso. Esto supone una gran ventaja para los clientes finales y abre un nuevo modelo de negocio para las empresas.

IoT en la empresa: mejora del rendimiento y de la experiencia de cliente

Creo que ambos objetivos son importantes y están estrechamente relacionados. El uso del IoT para ofrecer a los clientes un valor añadido genera automáticamente datos adicionales de los que las empresas pueden obtener información y mejorar así su propio rendimiento. También aumentan la satisfacción del cliente. Además, el Internet de las cosas permite a las empresas añadir servicios digitales a sus productos actuales y asentar las bases para crear nuevos productos e ideas de negocio, ¡y estas innovaciones son cruciales! Hoy en día, en muchas empresas ya no basta con producir hardware de alta calidad para tener éxito. Los clientes esperan servicios extra en torno a los productos que compran o alquilan.

Internet de las cosas: clave para la competitividad

Por lo tanto, el IoT no solo es una tecnología que va ganando terreno en nuestra vida cotidiana, sino que también seguirá ganando en relevancia para las empresas. Por ello, cada vez más compañías son conscientes del potencial de los dispositivos conectados a la hora de seguir siendo igual o más competitivas. En el próximo artículo de nuestra serie sobre IoT descubrirás para qué sectores es especialmente relevante el Internet de las cosas y cómo pueden beneficiarse a través de diferentes casos de uso como ejemplo.

Portrait of Andreas Rehmann Head of IoT

Andreas Rehmann

Andreas es Head of IoT Solutions en Mimacom con sede en Stuttgart, Alemania. Como experto en IoT, trabaja con nuestros clientes en modelos de negocio pasados en IoT que generan un gran valor añadido.